Los diálogos

Disfrutamos narrando, describiendo... Y cuando nos enfrentamos a escribir un diálogo observamos que no podemos hacerlo como un texto narrativo. Las conversaciones pueden contener interrupciones significativas, frases no terminadas, etc.

En el diálogo se comunican dos o más personas intercambiando información. El dialogo está presente en muchos géneros literarios, en las narraciones suele utilizarse para recrear el habla de los personajes como algo que está sucediendo realmente, en el teatro el diálogo es fundamental, y en la poesía, incluso puede aparecer.

En esta entrada os voy a facilitar algunas recomendaciones para entender cómo han de hablar nuestros personajes, cómo utilizar el diálogo:

1 Datos de nuestros personajes. Debemos profundizar en su personalidad, edad, profesión, educación, época, lugar dónde vive...

2 Plantearos el sentido del diálogo. Si realmente son necesarios, y si realmente nuestros personajes deben decirlos.

3 Interpretad vuestros personajes. Los personajes deben mostrar a través de sus diálogos sus emociones, sentimientos, estados de ánimo. Intentad poneros en el lugar de vuestros personajes. ¡Convertiros en actores!

4 Sed concisos. Como norma general utilizad frases cortas, interrupciones, preguntas y comentarios para que el diálogo tenga ritmo y  fluidez. Aunque a veces necesitaremos intervenciones más largas.

5 De vez en cuando detened el diálogo y haced que ocurran cosas. Le damos más realismo y hacemos que nuestra historia vaya avanzando.

Estos son mis trucos o consejos para escribir diálogos. ¿Qué os parecen?

Os recuerdo que existen distintos formatos de diálogos, según el tipo de obra que estemos escribiendo: obra de teatro, narración, guion cinematográfico. Que existe una forma tradicional anglosajona (cada intervención en un párrafo en cursiva y entrecomilla), una forma tradicional española (cada intervención en un párrafo sin cursiva y usando guiones en lugar de comillas). Que existe un diálogo indirecto (en el que el narrador introduce en el mismo párrafo lo que dicen los personajes), y un diálogo libre (sin comillas, sin guiones, sin cambio de párrafo).

Y como siempre os digo, la mejor forma de aprender es leyendo y escribiendo.

¡Felices escrituras y buenos diálogos!