Carmen en su tinta: El corchete

En las revisiones de textos que realizo observo un mal uso del corchete y por eso he decidido que merece una entrada especial en mi sección Escribir bien. Os confieso que yo misma a veces tengo que repasar estas reglas cuando necesito utilizarlo en mis textos. Sé que todos hemos estudiado en nuestras clases de lengua a este signo ortográfico pero como no es de los que más utilizamos olvidamos su correcta utilización, ¿cierto?

El corchete es un signo ortográfico doble ([ ]) que podemos introducir en un texto.

Se utiliza, por lo general, de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o signos que los preceden o los siguen; pero si lo que sigue al corchete de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.

¡Qué bonitos son! Recuerdo que yo de niña disfrutaba al escribirlos y les añadía mis adornos particualres, je, je, je...

A continuación os explicaré cómo debe ser su escritura para resultar correcta y en qué ocasiones debemos utilizar el corchete.

¿Cómo debemos escribirlo?

No debemos dejar ningún espacio entre el corchete y la primera y última palabra del texto que se haya entre ellos.

Deben estar separados de la palabra o signo anterior y posterior a él.

Los signos de puntuación que escribamos a continuación de el corchete que cierra el texto enmarcado deben estar pegados a él.

Fácil, ¿verdad?

Usos:

1. Cuando dentro de un enunciado que va entre paréntesis debemos introducir alguna precisión o nota aclaratoria.

Ejemplo: Una de las últimas novelas que publicó Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunata y Jacinta [1886-87] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado (1909).

En las formulas matemáticas o químicas este orden de inclusión se invierte y los corchetes encierran operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis.

Ejemplo: [(4 + 2) × (5 + 3)]– (6 – 2)

2. En poesía. Colocamos un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso si no lo hemos podido transcribir en una sola línea y se termina alienado a la derecha en el reglón siguiente.

Ejemplo:

“Y los ritmos indóciles vinieron acercándose

Juntándose en las sombras, huyéndose y

[buscándose”

(Silva Obra [Col.1880-95]).

3. En las transcripciones de un texto se utiliza para cualquier tipo de variación del texto original, como aclaraciones, adicciones, enmiendas o el desarrollo de abreviaturas.

Ejemplo:

Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nada; Subió la cue[s]ta con dificultad. [En el original, cuenta]; Acabose de imprimir el A[nno] D[omini] de 1537.

Atención: al desarrollar abreviaturas no debemos dejar espacio de separación ante los corchetes de apertura.

4. En obras lingüísticas para acotar las transcripciones fonéticas.

Ejemplo: Duende: [d-wén,de]

5. Para indicar en la transcripción de un texto que hemos omitido un fragmento original debemos utilizar tres puntos entre corchetes.

Ejemplo: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa [...] por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955-80]).

Y recordad:

- La puntuación: el punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos debemos escribirlos después del corchete de cierre.

- El texto que figura entre corchetes tiene su propia puntuación, por lo tanto si este texto es interrogativo o exclamativo los signos de interrogación o de exclamación deben ir dentro de los corchetes.

- No se introducirá ningún signo de ortografía que no se hubiera colocado de no existir el texto entre corchetes.

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¡Felices escrituras!