El 17 de marzo celebramos el Día del Cómic y del Tebeo con el fin de impulsar el sector, reconociendo el papel de sus profesionales en la vida social y cultural.
El cómic, el tebeo: la importancia de la cultura popular.
Las tiras cómicas de periódicos, las grandes sagas de superhéroes, las novelas gráficas de autor, el manga japonés y la historieta europea. Todos son un espejo de la sociedad y una forma de escape para entretener y divertir realizando crítica social. Y todos son grandes obras artísticas.
Con mi artículo realizo mi brindis por la historieta y por la obra de Ibáñez. Para mi una de las figuras más icónicas del cómic español; con él y con sus tebeos hemos crecido muchos de nosotros. Su obra más aclamada, Mortadelo y Filemón, ha trascendido tiempo y fronteras, consolidándose como un referente del humor gráfico. Hay que reconocer que sus personajes y sus relatos han sido parte del crecimiento de varias generaciones, marcando con humor e ingenio la identidad de la historieta nacional.
Libro homenaje al autor más popular de la historia del cómic nacional: Francisco Ibáñez.
A partir de la pregunta «¿Por qué nos gusta tanto Ibáñez?», el periodista y crítico cultural Jordi Canyissà se adentrará en la obra del autor siguiendo tres grandes ejes: el dibujo, el humor y el relato.
Hablaremos de gags y comicidad, diseño de página y perspectiva ‘Ibañesca’, maestría de trazo, expresividad gráfica y guiones hilarantes. Todo a través de una muestra en excelente resolución de viñetas de Mortadelo y Filemón, 13, rue del Percebe, El botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechosy más, salidos de la desbordante imaginación de Ibáñez. Un libro que se hará imprescindible desde su primera edición.
* Edición de lujo esencial: con material inédito y páginas reproducidas directamente de los originales de Rompetechos, Mortadelo y Filemón (algunas míticas como las de El sulfato atómico, otras emblemáticas como Barcelona 92) o 13 Rúe del Percebe, entre otros.
* La mejor selección de viñetas y elementos gráficos de Ibáñez: detalles, lettering, expresiones, composiciones, guiones, guardas, páginas a lápiz, tinta y color. 192 páginas a todo color, con textos explicativos y maqueta premium.
* Con un capítulo especial de homenaje por parte de voces del mundo de la cultura y la comunicación y autores de cómic nacional que dialogan con la obra de Ibáñez con una página inédita de su mano. ¡Más de 40 colaboradores!
¡Hola, Carmen! Te cuento que mi esposo es fanático de los comics y gracias a él, he leído varios. No que me queda más que desear un feliz día a los genios del comic, por crear maravillosas historias. Espero tengas una linda semana. ¡Besos!
ResponderEliminarHola Carmen, yo me crié con estos comics, he leído gran parte de la colección de Mortadelo y Filemón, este es un clásico para mí, feliz día del comic! 👍
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este post. Es un texto entusiasta, que combina un tono festivo con un análisis respetuoso de legado de Ibáñez.
ResponderEliminarMe gusta cómo se reconoce la diversidad del cómic —tiras, superhéroes, novelas gráficas, manga, historieta europea— y se lo describe como “espejo de la sociedad” y “forma de escape”, resaltando su valor artístico y social.
La transición a Francisco Ibáñez es natural y efectiva. Nombrarlo como una figura clave del cómic español y destacar Mortadelo y Filemón como su obra cumbre conecta de inmediato con la nostalgia y el cariño de generaciones de lectores. La frase “con él y con sus tebeos hemos crecido muchos de nosotros” es personal y cálida, y me encanta cómo posicionas a Ibáñez como un compañero de la infancia colectiva. El análisis de su estilo —gags visuales, diálogos rápidos, sátira mordaz— es breve pero certero, y resalta su genialidad sin caer en tecnicismos excesivos.
La mención de otros personajes como Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, y El Botones Sacarino amplía el alcance de su legado y me hace sonreír al recordarlos. El texto capta bien cómo estos personajes, con su humor absurdo y su identidad única, siguen siendo relevantes. La idea de que Ibáñez enseñó que el cómic es “una ventana a la imaginación, una herramienta de crítica y un generador incansable de risas” es un resumen hermoso que capta su esencia.
La segunda parte, sobre el libro Ibáñez. El maestro de la historieta de Jordi Canyissà, es un complemento perfecto. Me gusta cómo se presenta como un homenaje con una descripción detallada de su contenido: viñetas en alta resolución, material inédito, análisis gráfico y colaboraciones de más de 40 autores. Los detalles como las páginas de El sulfato atómico o Barcelona 92, y la edición de lujo con 192 páginas a color, hacen que suene como un tesoro para coleccionistas y fans. La inclusión de precios (tapa dura y electrónico) añade un toque práctico.
El cierre con “¡Feliz Día del Cómic y del Tebeo!” es alegre y redondea el texto como un brindis genuino, fiel a la promesa del título. En términos generales, el estilo es fluido y apasionado, con un lenguaje que mezcla lo formal (“huella imborrable”, “referente del humor gráfico”) con lo coloquial (“un generador incansable de risas”), lo que lo hace cercano y vibrante.
En resumen, me ha gustado mucho por su calidez, su reconocimiento al cómic como arte y su tributo sentido a Ibáñez. Me ha traído recuerdos de leer Mortadelo y Filemón y me ha dado ganas de explorar ese libro de Canyissà. Saludos!
¡Pero que absoluta maravilla de entrada!
ResponderEliminarEn verdad aplaudo de corazón este alegato tuyo en defensa de este gran arte que es el cómic y como a través de sus páginas podemos encontrar tanto temas como estilos para todos los gustos, permitiendo abrir una ventana a grandes historias que de otra forma no podrían ser contadas. Y es que tanto a través de las muchas técnicas de dibujo que podemos encontrar, como sus guiones, realmente podemos disfrutar de obras que deslumbran en muchos sentidos. Sirvan como ejemplo de todo ello el trabajo gráfico del gran Moebius o "El Eternauta", que nos presenta tan brillante guion de Héctor Germán Oesterheld.
Y ya con este libro de Jordi Canyissà en homenaje al gran maestro Francisco Ibáñez Talavera, ya me he quedado prendado del todo con esta entrada. Realmente Ibáñez fue una figura clave en el cómic español y, como tan bien relatas, no solo era creativo y divertido, si no también muy crítico a través de sus ingeniosos gags. Sirva como prueba de ello como ponía el dedo en la llaga a finales de los ochenta con sus personajes de "Chica, Tato y Clodoveo: De Profesión Sin Empleo".
Vamos. Admirado y grandioso Ibáñez. Incluso reconozco que se me hizo un nudo en la garganta al ver las últimas viñetas de su obra inconclusa "Paris 2024".
Maravilloso post y gracias por escribirlo.