Hay libros que después de leerlos se quedan dentro de nosotros para siempre. Comerás flores , de Lucía Solla Sobral, es uno de esos. Su mirada íntima sobre el amor oscuro, sobre la dependencia emocional y sobre la identidad que se resquebraja y que se reconstruye. Si ya habéis visitado mi reseña en el enlace anterior habréis comprobado que es una de mis grandes lecturas. Y mi reseña la concluyo con una reflexión: Pensad en todos los amores que nos comemos y en todos los que nos comen. Un seguidor de mi blog me solicita una selección de novelas que se asemejen a la temática emocional que propone Lucía Solla Sobral en Comerás flores para un familiar que ha encontrado la ayuda que necesita en esta lectura de Solla Sobral, pero se ha quedado con ganas de más historias para profundizar y reflexionar sobre su intimidad. Ante esa necesidad, y contenta por la grandeza de Comerás flores , he creído necesario preparar un artículo con lecturas que hablan de relaciones desequilibradas,...
ZOË COMUNICACIÓN me informa de un nuevo libro para promocionar en mi blog: Yo tenía una casa frente al mar de Pere López Prats. En carmen en su tinta os cuento por qué esta historia merece hacerse un hueco en nuestras próximas lecturas compartiendo toda la información que he recibido con mis lectores, sin omitir nada de nada. Intuyo qué quizá, después de leer esta novela, todos sentiremos que el mar nos llama por nuestro nombre y desearemos una casa frente al mar. “Estas páginas no son un relato, sino una invitación a construir, en medio del ruido y la incertidumbre, esa casa frente al mar que todos llevamos dentro.” Una reflexión sobre la conciencia. Una novela que relata unos hechos que pueden llegar a ocurrir en cualquier ser humano cuando perdemos nuestro centro.