Sin filtros de Paloma Bravo es una novela sobre amigas, sobre madres, sobre hijas. Sobre mujeres que se rompen y se reconstruyen.
Mujeres que saben acompañar y recibir compañía, mujeres que saben pedir y dar ayuda para seguir caminando. Y aunque parezca que no, también es una novela sobre hombres. Hombres, algunos que se sienten estupendos y algunos que se sienten mejorables.
Las lecturas de Paloma Bravo siempre son para mi una lección de vida. Me emocionan, reflexiono con ellas y siempre sonrío placenteramente al finalizar sus libros por la cercanía que siento con todo lo que narra esta escritora.
Argumento
Ana acaba de perder a su padre y escribe compulsivamente textos que no acaba, Elena tararea la música de su adolescencia mientras pelea por el trabajo que merece y Sofía... Sofía, que es más joven, solo intenta mantener la lucidez. Estas tres amigas tan distintas lo comparten casi todo; especialmente, los líos, las risas y la sinceridad.
Las tres tienen más de cuarenta, mucho pasado y un presente intensito: un ex maravilloso y otro tremendamente egoísta; madres mayores y de todos los colores (la libertaria, la reprochona y la que se ha hundido en el duelo) y, sobre todo, una adolescente que... ¿se podría devolver...?
La maternidad, la pareja, la enfermedad, el edadismo, el desempleo... No se perdonan ni un drama, pero Ana, Elena y Sofía encuentran siempre tiempo para avanzar, para reírse y hasta para montar una revolución.
Mi opinión personal (sin destripes)
Habéis pensado alguna vez por qué callamos temas que nos dañan, temas que estropean nuestras vidas. Todos lo hacemos, ¿verdad?
Creo que a veces callamos por no saber calcular el daño que podemos hacer a otras personas si les decimos lo que realmente pensamos, otras veces por autocriticarnos nosotros mismos y no valorarnos. En fin, que callamos muchísimo.
Sí, mujeres y hombres nos callamos muchas cosas que nos afectan para mostrar y demostrarnos que estamos bien. Siempre bien. Actualmente creo que vivimos en una sociedad que nos va imponiendo muy sutilmente y casi sin percibirlo que debemos ocultar miedos, dudas, flaquezas y TRISTEZAS para presentarnos ante los demás siempre felices, siempre guapas y perfectas. Y Paloma Bravo lo muestra en esta historia, muestra la autoexigencia que muchas mujeres viven. Mujeres cansadas de dar, de cuidar, de ocultar, de fingir. Mujeres que necesitan su propio tiempo para seguir con sus vidas.
Y me encanta que Paloma Bravo con esta historia y con estas mujeres me llene de optimismo a pesar de la dureza de los temas tratados en la novela: enfermedad, desempleo, edadismo, pareja, maternidad... sí, me llena de esperanza y de inconformismo al mismo tiempo que decido que debemos comunicarnos más sin vergüenzas ni sonrojos para llegada a una edad superemos las perdidas y vivamos una vida plena con el amor de los están y de los que no están, pero que siempre estarán dentro de nosotros.
Como estaréis comprobando me gustan estas lecturas una barbaridad. Con ellas me emociono, me divierto y me animo a superarme en mi día a día, ya que siempre empatizo con las mujeres que crea esta escritora, me apasionan sus diálogos y me veo junto a ellas compartiendo sus risas e intentando secar sus lagrimas. Estoy junto a ellas. Y lo curioso que siempre que leo a Paloma Bravo me pasa todo esto que os cuento, sea la historia que sea.
Pero mi gran reflexión con esta lectura es que debemos levantarnos tras cualquier caída y alzar la voz, CON FILTROS Y SIN FILTROS; el conformismo no se debe admitir nunca. Viva la revolución de las viejas; te haces mayor pero se continúa con la misma fuerza y con las mismas ganas en la vida. Yo noto que me mueven y me remueven las mismas cosas que antes y alguna más. Fuera sumisión.
«A Ana le habría horrorizado sentir que la «causa» de Elena, sentirse protagonista de una de sus misiones, pero nunca lo supo. Para empezar porque la causa de Elena se había ampliado y ya no era solo Ana, sino el mundo: «la puta revolución de las viejas», se había dicho Elena a si misma recordando aquel brindis del invierno. Y, luego, había tachado la palabra «puta» por sexista y se había jaleado sola: la urgente revolución de las viejas».
Os recomiendo leer Sin filtros de Paloma Bravo despacito para saborear y empapar toda la verdad que nos trasmite esta novela.
«Los filtros son un requisito de la vida en sociedad, una dilución imprescindible para que no soltemos todo lo que se nos pasa por la cabeza, para que pensemos en los demás. Los filtros nos dan tiempo para pensar, medir y depurar. Los filtros no son insinceridad y si pueden ser respeto, sensibilidad y educación».
Paloma Bravo es autora de La novia de papá, Los cuentos del Koala, Solos, Las incorrectas y Una historia de amores (Contraluz, 2022). Ha estrenado obras de teatro en Madrid y Nueva York, y Solos se está llevando al cine. Sin filtros es su última novela. Su estilo es irónico, conciso, directo, entre la verdad y la carcajada. Por debajo, siempre empatía, ternura y una profunda inteligencia.
Leí la novela hace unos meses y me gustó. No le hice reseña porque me resultó materialmente imposible. Tenía tanto para reseñar que pasó el tiempo y cuando quise darme cuenta había perdido la oportunidad con este libro (mi memoria no alcanza mucho cuando de recordar detalles se trata).
ResponderEliminarYo creo que los filtros son necesarios. No hay que mentir (aunque alguna mentira piadosa e inocua nunca viene mal), pero tampoco hay que decir todo lo que se nos ocurre porque a veces se hace daño innecesariamente y ya nos daña la vida bastante como para que además, sin necesidad, nos dañen los que nos rodean.
Un beso.