El octubre de las pequeñas cosas de Fernando Sánchez-Ballesteros es una novela de misterio e intriga aderezada con humor e ironía para relajar y analizar la profunda reflexión que la historia despliega sobre la justicia y su esquiva relación con la equidad.
El autor nos invita con este libro a cuestionarnos desigualdades y voces silenciadas.
Mi opinión personal (sin destripes)
He disfrutado mucho la narrativa de Sánchez-Ballesteros ya que se construye en torno a momentos aparentemente insignificantes (las pequeñas cosas): una conversación trivial, un gesto cotidiano, una mirada fugaz. Y en estos pequeños detalles se revela la complejidad de las relaciones humanas y las tensiones entre lo que es justo y lo que es legal.
El autor me hizo ver cómo, en muchas ocasiones, la justicia es INJUSTICIA.
Uno de los aspectos más destacados de la obra es su capacidad para convencer de la evidencia de las contradicciones del sistema judicial. A mi me ha convencido totalmente, y me sumo a justicia poética.
¿Se puede confiar en la justicia? ¿Cómo enfrentar situaciones injustas de la justicia?
La novela me enfrenta a la realidad de que la justicia, tal como está estructurada, a menudo favorece a los poderosos y margina a los más vulnerables.
Este enfoque crítico me recuerda las reflexiones sobre la pérdida de las pequeñas cosas en la vida moderna, donde la técnica y la razón han desplazado la calidez de lo íntimo y de lo humano.
La novela también destaca por su estilo literario, que combina una prosa sencilla con una aguda observación social. Sánchez-Ballesteros logra crear una atmósfera que envuelve totalmente al lector entre sus páginas, llevándolo a cuestionar sus propias percepciones sobre la justicia y la moralidad. La narrativa se convierte así en una herramienta para la reflexión y la ESPERANZA. Así me sentí yo, entregada totalmente a la lectura, a las reflexiones y a disfrute de su estilo narrativo.
El octubre de las pequeñas cosas ofrece con intriga, misterio, suspense, humor e ironía una crítica sutil e incisiva a la deshumanización de la sociedad contemporánea. Me hizo valorar lo pequeño y lo personal, la historia desafía la tendencia hacia la estandarización y la pérdida de individualidad. En este sentido, el libro se alinea con pensamientos que abogan por una rebelión contra la tiranía de la modernidad y la recuperación de la tradición construida desde abajo.
«Ya no más tradiciones sin sentido, ya no más empeñarse en no olvidar. Por desgracia, hay cosas que jamás se olvidan, pero no hay necesidad de recordarlas intencionadamente una y otra vez y de regodearnos en la pena para cerciorarnos de que no las olvidamos. Se trata simple y llanamente de seguir el camino y ce continuar con la vida. Los recuerdos y las penas viajan en nuestra mochila y se pueden sacar y guardar cuando uno quiera, no ha necesidad de tenerlos siempre presentes. A veces, si algo es muy triste es porque antes ha sido maravilloso. Y eso es lo único que debemos recordar».
Recomiendo leer El octubre de las pequeñas cosas por ser una novela que ofrece una profunda reflexión sobre la justicia y sus contradicciones. Fernando Sánchez-Ballesteros logró que yo mirará más allá y me cuestionará las estructuras que, en nombre de la justicia, perpetúan la injusticia.
Considero que es una lectura imprescindible para quienes buscan comprender las complejidades del mundo contemporáneo y el papel que cada uno de nosotros juega en la construcción de una sociedad más equitativa.
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