El verano es tiempo de travesías. De perderse en horizontes, de dejar que el viento y la sal nos cuenten historias que nos transformen. Y no hay mejor compañero para estos días que una buena novela donde el mar no sea solo un decorado, sino el alma misma del relato. En este artículo, propongo que te sumerjas en tres clásicos donde el océano no es solo un escenario: es juez, espejo y laberinto de la condición humana.
Mi selección de clásicos es:
Billy Budd, marinero, de Herman Melville
Escrita a lo largo de sus tres últimos años de vida, Herman Melville (1819-1891) rindió en "Billy Budd, marinero" no sólo su última obra en prosa, sino una de las más destacadas de su producción literaria.
Situada una vez más en el mar y en la atmósfera de la dura vida marinera que el autor experimentó en su juventud, la novela, editada póstumamente en 1924, cuenta la historia de un muchacho ingenuo y lleno de buenos propósitos que, enrolado en un buque de guerra, se enfrenta con el clima opresivo de una tripulación hostil. La aventura, la acción guerrera, el rigor y la crueldad de la vida a bordo desembocan en una situación extrema y en un desenlace que acaso pueda verse como alegoría del carácter cerrado, enigmático e inhumano que el mundo tuvo para del autor de "Moby Dick", de "Benito Cereno" y de "Bartleby, el escribiente".
La isla misteriosa, de Jules Verne
Actualización y a la vez refutación del mito de Robinson -la isla como espacio por excelencia de la aventura, el diálogo del hombre aislado con la naturaleza-, La isla misteriosa es la variante más conocida de las diferentes aproximaciones que Jules Verne hizo a este tema, de tan destacada presencia en su universo literario.
Alegoría de la historia de nuestra especie y de la conquista de la naturaleza por parte del hombre, la novela tiene como protagonista a Cyrus Smith, resumen de toda la sabiduría científica y técnica de la época. La aplicación de sus vastos conocimientos teóricos a los problemas prácticos permite sentar las bases de la colonización de la isla hasta que una presencia invisible impone a la aventura un rumbo distinto del previsto.
Relatos de los Mares Sur, de Jack London
La mayor parte de las narraciones incluidas en este volumen rememoran y dan forma a las intensas experiencias vividas por Jack London (1876-1916) durante el largo viaje que realizó entre 1907 y 1909 a Polinesia.
Pese a estar recorridos siempre por una corriente de humor o de fina ironía, estos Relatos de los Mares del Sur expresan, sin embargo, las obsesiones y convicciones que dominaron la existencia del inquieto autor de Colmillo blanco, La llamada de la naturaleza o El vagabundo de las estrellas, todas ellas publicadas en Alianza Editorial: en los conflictos que se plantean en ellos la victoria nunca será de la moral, la ética o los ideales, sino de las fuerzas primigenias, del ímpetu ciego de la naturaleza o de la violencia de los hombres.
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