De nuevo leo a Víctor Vegas y de nuevo me enamoro de sus letras y de sus historias.
Münsterlingen en otoño es teatro, lo leo y lo imagino representado. Veo a sus protagonistas, intento entender y me apasiono por todos los interrogantes que me surgen. Por ver, sentir y sufrir el dolor.
Qué belleza sentir como imaginación e incertidumbre se alian para provocar que lectores y espectadores chispeen de alegría por saborear escritura y reflexiones.
Esto es rica literatura, una joyita para leer y releer.
FICHA TÉCNICA.
Argumento
Ambientada en el otoño de 1980, Münsterlingen en otoño cuenta la historia de Lita Font, pintora española de vanguardia residente en Berlín que, tras una profunda crisis de depresión, acaba recluida en un sanatorio de Suiza. Allí conoce a Silvia Schmidt, la joven terapeuta que se encargará de tratarla.
En un principio las mujeres chocan por sus respectivas personalidades: mientras el carácter de Lita es explosivo y caprichoso, el de Silvia es ordenado e introspectivo. Sin embargo, después de los primeros impasses, entre ellas se establece una breve pero intensa relación que va más allá de la que debería existir entre médico y paciente.
Mi opinión personal (sin destripes)
La mayoría de las creaciones literararias sean novela, poesía o teatro se crean para que en un primer momento el lector las lea, y las imagine representadas en escena (en el caso de teatro). Y yo esta obra teatral la he observado desde un primer momento representada en escena. Una obra para dos actrices, una obra guiada por las canciones de los Beatles. Qué magia, qué arte.
Narrada de una forma especial, donde los diálogos y los silencios son lo que importan. Y las descripciones se encuentran más para la representación que para la imaginación del lector, pero todas son necesarias e indispensables en la historia.
Las conversaciones entre las dos protagonistas, Lita y Silvia, son pura sinceridad. En sus confesiones salen sus interioridades, sus DOLORES. Todos a veces nos sentimos en un pozo, arrastrándonos por él y por las grietas de él; a veces para escondernos a nosotros y a nuestro dolor, para oscurecer nuestras vidas y las de los demas. Y cada día nos sentimos peor.
«El dolor tiene un prestigio que no merece.
Te lo digo yo que estuve revolcándome en él durante quiza demasiado tiempo. Espero que tu lo entiendas también así.
Tuya siempre, Lita Font».
En la palabra, en la confesión, en la desnudez nos liberamos y nos entendemos.
Las reflexiones de Lita son lo que más me ha emocionado, gran personaje que nos hará conocer el mundo creativo y artístico. Su proceso de crear destruyendo es conmovedor, me estremeció y lo ví muy apropiado para la historia.
La introducción a la obra la realiza Silvia con un monólogo para describir el contexto y a Lita. Continua la obra con diálogos entre los dos personajes salpicados con más monólogos de Silvia analizando sesiones y a Lita.
«SILVIA
Conocí a Lita Font en el otoño de 1980. Quizá no en las mejores circunstancias para que comenzaramos una amistad, pero fue ese el momento en que nuestras vidas se cruzaron. Ella llevaba un par de semanas recluida en la Psychiatrische Klinik Münsterlingen cuando yo entré a trabajar allí. Tras una profunda crisis depresiva, sus padres la habían convencido para que se internara. Por entonces Lita era una total desconocida, una artista marginal».
El desenlace de la obra es extremecedor ya que encierra un momento de gran carga emocional.
Leed esta obra, leed a Víctor Vegas. Qué como bien nos dice Jorge Freire en el prólogo «Sirva a quienes lo conozcan con Münsterlingen en otoño como estación inicial de un camino jalonado por relatos y novelas extraordinarias. Están ahora mismo en el recibidor, les conmino a transitar por el resto de estancias de la casa».
Durante un tiempo leí bastante teatro. Ahora hace ya mucho que no lo hago y la verdad es que lo he disfrutado en su día. Este diálogo entre paciente y terapeuta y ese final que comentas, me apetecen mucho. A ver si encuentro el libro.
ResponderEliminarUn beso.
Hola. Me gusta esta propuesta de lectura. Hace mucho que no leo teatro y esta obra es muy tentadora. Y Me llaman Big me ha parecido una historia grande, de las que se te quedan dentro. No conocía a este escritor. Gracias por las reseñas.
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