Mis razones para no perderse La buena suerte, la nueva joya del cine que se entrena el 6 de junio en cines, basada en la novela de Rosa Montero.
En la literatura contemporánea española el nombre de Rosa Montero destaca por su humanidad y profundidad. Su novela La buena suerte —publicada en 2020— no solo es un testimonio de su talento narrativo, sino también una historia poderosa sobre la redención, el amor inesperado y la posibilidad de volver a empezar.
Ahora, con su adaptación cinematográfica, el interés por esta historia se reaviva con fuerza. Y yo tengo muchísimas ganas de ver la película de Gracia Querejeta y leer la novela de Rosa Montero.
ARGUMENTO
Pablo decide bajarse del tren en la estación de un pueblo de mala muerte, comprarse un viejo y destartalado piso frente a las vías y comenzar a vivir como si no fuera el reconocido arquitecto que en realidad es. Tal vez esté huyendo de alguien, o de algo, o incluso de sí mismo. En el pueblo todo parece estancado menos Raluca, una mujer optimista abierta a las sorpresas que pueden cambiarte la vida para bien. Ella decidió confiar en su suerte, aunque la vida no siempre le presente su mejor cara.
Los créditos los podéis consultar en filmaffinity.
¿Qué me motiva querer ver esta película?
Os cuento algunas razones fundamentales para no dejarla pasar.
Historia que desarma desde la intimidad
La buena suerte no es una novela de grandes gestos ni de tramas espectaculares. Su fuerza reside en lo íntimo, en los silencios, en las heridas del pasado y en cómo las pequeñas decisiones cotidianas pueden cambiar un destino. La película, al trasladar este enfoque a la pantalla, ofrecerá una experiencia cercana, emocionalmente honesta y profundamente humana.
La historia de Pablo, un hombre que huye de su vida anterior y llega por azar a un pueblo desolado, se convierte en un espejo donde muchos podemos vernos reflejados: el deseo de escapar, de reinventarse, de ser mejores.
Personajes con alma y contradicciones reales
Uno de los grandes aciertos de la novela, que intuyo que la película conservará, es la construcción de personajes complejos, llenos de matices. Pablo y Raluca —la mujer fuerte y luminosa que lo acoge sin juzgar— no son héroes ni villanos. Son personas rotas, pero no vencidas. Sus contradicciones, sus actos a veces inexplicables, y su evolución a lo largo de la historia resultan profundamente verosímiles y conmovedores. Verlos cobrar vida en la gran pantalla es un motivo para querer ver la película.
La fuerza poética del realismo
La adaptación cinematográfica debe respetar el espíritu de la novela, y traducirla visualmente con una sensibilidad que rozará lo poético.
En la película intuyo que disfrutaremos de un realismo cuidado, con paisajes áridos que reflejan el estado interior de los protagonistas. La delicadeza visual es un placer para los amantes del cine con alma.
Reflexión sobre la violencia y la esperanza
En la historia hay temas duros: la violencia machista, el miedo, la culpa. Pero La buena suerte —como novela y como película— no se regodean en el dolor. Lo muestra con respeto y proponen una reflexión sobre la resiliencia y la posibilidad de reconstruirse.
Ofrece una visión serena, madura, incluso luminosa, del poder transformador del amor y de la bondad.
El aval de Rosa Montero
Saber que la propia autora ha estado implicada en el proyecto cinematográfico es una garantía de fidelidad y respeto a la obra original. Rosa Montero ha defendido en múltiples entrevistas el enfoque de la adaptación, celebrando la forma en que se ha plasmado la esencia de su novela. Para todos los que conocemos su obra, esta película es una oportunidad de reencontrarse con sus temas más recurrentes: la identidad, la memoria, el sufrimiento y la esperanza.
Invitación al silencio y a la pausa
La buena suerte propone detenernos, escuchar, mirar de cerca. Es una película que invita a bajar el ritmo, a reflexionar sobre lo que realmente importa. Y eso es un acto de resistencia.
Ver La buena suerte no es solo disfrutar de una buena película: es dejarse tocar por una historia que cree en la capacidad humana de cambiar, de sanar y de volver a amar. Para quienes buscamos más que entretenimiento, para quienes queremos historias que nos acompañen más allá del cine, esta película es una cita imprescindible.
Para todos los que queráis leer el libro en que se basa esta película os dejo su argumento y portada con enlaces de compra. Recordad que se estrena en cines el 6 de junio.
¿Qué impulsa a un hombre a bajarse anticipadamente de un tren y ocultarse en un pueblo de mala muerte? ¿Quiere recomenzar su vida o pretende acabar con ella? Tal vez esté huyendo de alguien, o de algo, o incluso de sí mismo, y el destino le ha traído a Pozonegro, un antiguo centro hullero que ahora agoniza. Por delante de su casa pasan trenes que pueden ser salvación o condena, mientras los perseguidores estrechan el cerco. La perdición parece estar más próxima cada día.
Pero este hombre, Pablo, también conoce gente en aquel lugar maldito, como la luminosa, incompleta y algo chiflada Raluca, que pinta cuadros de caballos y tiene un secreto. Allí todos arrastran algún secreto, algunos más oscuros y peligrosos que otros. Y algunos simplemente ridículos. También hay humor en ese pueblo triste, porque la vida tiene mucho de comedia. Y gente que finge ser quien no es, o que oculta lo que planea. Es el gran juego de las falsedades.
Un mecanismo de intriga hipnotizante desvela poco a poco el misterio de ese hombre, y al hacerlo nos muestra el interior de lo que somos, una radiografía de los anhelos humanos: el miedo y la serenidad, la culpa y la redención, el odio y el deseo. Esta novela habla del Bien y del Mal, y de cómo, pese a todo, el Bien predomina. Es una historia de amor, de amor tierno y febril entre Raluca y el protagonista, pero también de amor por la vida. Porque después de cada derrota puede haber un nuevo comienzo, y porque la suerte sólo es buena si decidimos que lo sea.
Disfrutad muchísimo la película y el libro.
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