Con este artículo recordaré los primeros libros que me marcaron, libros que leía una y otra vez... Pienso que hay una edad en la que los libros no son libros: son puertas. Puertas pequeñas, ilustradas, ligeramente desportilladas por el uso; puertas llenas de vida que alguien (un padre, un abuelo, un hermano, un maestro...) abre para ensanchar el mundo. La infancia, esa edad que está llena de historias que nos moldearon al seguir las miguitas de pan sembradas en nuestro sendero de la vida con cada lectura. Intento recordar cuál fue el primer título que me acompañó, y me da rabia no recordarlo. Pero lo que recuerdo gustosamente es la sensación de la lectura: el ruido del papel, el olor a imprenta, las voces que me leían en el colegio y en casa antes de dormir. Quiero hacer un breve recuento personal de esos cuentos que me hicieron lectora para siempre. A pesar de no recordar mis primeras lecturas con nitidez, estas estarán siempre conmigo:
En Comerás flores de Lucía Solla Sobral he disfrutado de una narrativa con fuerza y emoción. Una narrativa a veces rigurosa y a veces tan sensible que conmociona. Y lo mejor ha sido la profunda reflexión sobre el amor romántico. Los silencios, la dependencia emocional y la búsqueda de identidad son manejados con tal precisión y con tal autenticidad que página a página mi disfrute aumentaba; ha sido un maravilloso deleite lector. Con un broche de oro de lucidez admirable. FICHA TÉCNICA . COMPRAR 👇 Tapa blanda: 18,95 € Libro electrónico: 9,49 €