Reseña: Arenas movedizas de Henning Mankell (Tusquets Editores, septiembre 2015)

Empezar una lectura recomendada es empezar a leer con ilusión, y saber que su autor escribió el libro esperanzado y luchando contra su enfermedad emociona y despierta mi optimismo, y saber que murió un año después me hace pensar que quiso comunicar sus pensamientos, comunicar su verdad. Hoy tengo entre mis manos "Arenas movedizas" de Henning Mankell.

Resumen: Este título es un libro de memorias, pero muy peculiar. No hay sucesión temporal y el arranque es la enfermedad actual del autor y lo que su diagnóstico desencadenó en él: recuerdos distanciados en el tiempo y no necesariamente consecutivos, que se relaciona de un modo u otro con las grandes preguntas del hombre: ¿qué somos?, ¿cómo nos enfrentamos a la muerte?, ¿de qué tenemos miedo?, ¿qué mundo dejaremos en herencia?, ¿en qué creemos, y por qué?

Para responder a ellas, se recurre a sucesos del pasado: un día en el colegio cuando era pequeño, una visita al Museo Británico, una lectura sobre la Isla de Pascua, la verdadera naturaleza de las arenas movedizas o el poder del hielo, la muerte de un niño mozambiqueño, visitas a Salamanca, a Mantua, a Buenos Aires, a Malta y a las ruinas de Hagar Qim...

Con estas incursiones en el pasado surge un retrato, desde la infancia y la adolescencia hasta la madurez, del autor, que examina su vida y, con ella, cuestiones que afectan a toda la humanidad.

Mi opinión personal (sin spoilers)

El autor falleció en octubre de 2015, y en este libro sentimos como se enfrenta al miedo de perder la vida volviendo a sus recuerdos, a su infancia... Iremos conociendo su vida, sus miedos y preocupaciones, y dejándose llevar denuncia injusticias y nos hace reflexionar sobre cuestiones que para él son importantes como el legado que vamos a dejar tras nuestro paso por el planeta.

"Hoy, 18 de junio, mientras escribo estas líneas, puedo describir el tiempo transcurrido como mucho y poco a la vez. No puedo poner ningún punto final, ni con un resultado mortal ni con uno de mejoría. Estoy en pleno proceso.

No hay ninguna respuesta definitiva.

Pero esto es lo que he pasado y lo que he vivido. El relato carece de final. Aún está en proceso.

Y de eso, precisamente, trata este libro. De mi vida. De lo que ha sido y de lo que es".

Este libro es más que una suma de sucesos y acontecimientos en la vida del autor, en este libro sentimos su esperanza, su sentido de humor, sus ideas políticas, y sigue siendo más... En este libro siento como el autor desea comunicarse con todos nosotros, con los hombres.

Me ha gustado mucho la parte en la que nos narra como decidió ser escritor, y sus comienzos, sin formación y sin apoyos. También me ha gustado como nos habla de sus viajes, y me ha parecido muy interesante que sus textos no los adorne, nos quiere mostrar textos y frases notables.

"La identidad se va formando cuando nos atrevemos a adoptar una postura determinada ante cuestiones complejas. Eso lo sabe todo aquel no ha olvidado su infancia por completo".

El autor finalizó su libro seis meses después de que le diagnosticarán su enfermedad, todos sus lectores y seguidores hemos sabido de sus tratamientos, de su lucha, de la esperanza y de la fuerza que le dieron las letras.

Desde aquí podéis comprar el libro, no dejéis de conocer a un hombre que nos ha dejado algo más que sus obras.

Hennig Mankell, es conocido por sus novelas policiacas protagonizadas por el inspector Kurt Wallander, aclamadas por el público y merecedoras de numerosos galardones (como el II Premio Pepe Carvalho) y adaptadas al cine y la televisión. Tusquets Editores ha publicado la serie completa: Asesinos sin rostro, Los perros de Riga, La leona blanca, El hombre sonriente, La falsa pista, La quinta mujer, Pisando los talones, Cortafuegos, Antes de que hiele, Huesos en el jardín, El hombre inquieto y La pirámide. Junto a otras doce obras, entre ellas el thriller titulado El chino, visitó África por primera vez en 1973, el mismo año que publicó su primera novela. Desde entonces, ha pasado mucho tiempo en el continente africano, convirtiéndose en el director artístico del Teatro Avenida en Maputo, Mozambique, en 1986. África le regaló al autor una nueva perspectiva sobre Suecia y Occidente. Cuando decidió dividir su tiempo entre Mozambique y Suecia, Henning dijo: "Permanezco con un pie en la nieve y el otro en la arena."

¿Habéis leído este libro? ¿Tenéis ganas de leerlo? ¿Qué os ha parecido?