En El truco de Víctor Barba he sentido el peso de un sentimiento de culpa duro, un sentimiento que necesita respuestas para desbloquear a su protagonista personal y profesionalmente.
Y me gusta la fuerza que muestra para no ahogarse y sentir que debe buscar su camino.
Es la primera novela gráfica que leo y creo que la he elegido bien ya que la mezcla de reflexión y arte es un lujazo. La leí, y volví atrás más de una vez antes de escribir la reseña por sentir que debía leerla de nuevo para disfrutarla y empaparme de nuevo de esta bella creación.
Argumento
A veces las cosas complicadas lo son por partida doble, especialmente para el protagonista de El truco, un atractivo pintor de mediana edad atrapado en la habitual crisis emocional de los cuarenta en la que hay besos compartidos, hijos ajenos y el correspondiente bloqueo creativo.
Entre mensajes de Whatsapp a deshora, visitas furtivas y lágrimas, nuestro artista huye del conflicto mediante una combinación de vigorexia y escapadas al campo para perderse. En una de estas se tropieza con un anciano agricultor que le dará la clave para salir airoso del su doble problema sentimental.
Esta historia con guion y dibujo de Victor Barba es de un preciosismo brutal. Cada uno de los cinco capítulos utiliza una gama de colores específica que nos permite evolucionar con el protagonista, partiendo de un monocromo atropellado al más vistoso colorismo.
El autor juega con una gran variedad de técnicas narrativas en la forma y dinámica de las viñetas, consiguiendo crear el ritmo adecuado en cada momento: desde una asfixiante jornada de running hasta el éxtasis visual de los planos cenitales. El truco es una historia intimista a ratos silenciosa en la que más de uno se reconocerá sin titubeos.
Mi opinión personal (sin destripes)
Ya os he comentado en mi introducción que ha sido un goce para mi admirar esta creación y esta historia.
Sí, he disfrutado mucho la profundidad de esta historia, la necesidad de superar una crisis y la ayuda que llega de forma inesperada para llenar de colores la oscuridad más profunda.
Todos necesitamos ayuda en nuestro caminar, todos podemos dar ayuda a otros caminantes. Y debemos ser capaces de reconocerla y aceptarla. Situaciones difíciles personales y profesionales todos hemos sufrido, sufrimos y sufriremos, tanto si eres creativo o no. Y tu, y yo decidimos cuanto podemos soportar sin estallar. Aguantando y resolviendo problemas crecemos en fuerza y en sabiduría. No debemos rompernos, debemos seguir que la ayuda llega.
La solución a todo problema está en el truco, un atajo para encontrar el camino que se busca y que se necesita. No os desvelo ese atajo o truco, que proporciona uno de los personajes más entrañables de la novela, quiero que vosotros también lo descubráis con la lectura de esta novela gráfica.
La naturaleza es imprescindible en la novela, con ella el autor marca la soledad del protagonista con paisajes desérticos, huida del problema y búsqueda de solución. Utilizando para señalar estos momentos una gama de colores que nos hace ver y sentir la evolución del personaje, se arranca con tonos grises y negros para llegar a bellos colores. Y con esto y con su narrativa consigue un ritmo narrativo magnífico.
Me ha gustado muchísimo El truco de Víctor Barba, me ha enseñado mirar hacia mi, me ha enseñado que requiere un esfuerzo, me ha enseñado que entornos son mejores para pensar y me ha enseñado que la ayuda llega.
Leed y admirad esta historia bella e intimista en la que muchos nos reconoceremos.
Hola Carmen,
ResponderEliminarAntes de volcarme con la lectura de libros en general, y novelas en particular, estuve durante mucho tiempo inmerso en el mundo del cómic, como consumidor y lector. Podría alternar ambos tipos de lectura pero, de momento, tengo el cómic algo apartado, de hecho, tengo dos obras bastante grandes, de género negro, que todavía están con el plástico protector.
Por cierto, a modo de postdata, no lo sabía cuando contacté contigo pero, si no me equivoco, eres de Murcia. Yo también, aunque vivo en Roquetas de Mar, Almería, desde hace dieciocho años. Suelo ir a Murcia unas tres veces al año, coincidiendo con las respectivas vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano.
Un saludo!
No suelo leer novela gráfica, aunque alguna he leído y alguna me ha gustado mucho. Esta tiene buena pinta, pero la dejaré por si se me cruza.
ResponderEliminarUn beso.