Limpia: reflejo íntimo de desigualdades
Inspirada en la gran novela Limpia de Alia Trabucco Zerán, la película, dirigida por Dominga Sotomayor, nos presenta un espejo silencioso que nos obliga a mirar lo que muchas veces ignoramos.
ARGUMENTO
La historia de la intensa relación entre Estela, una trabajadora doméstica, y la niña de seis años a la que cuida día y noche. A medida que su vínculo se hace más estrecho, construyen un mundo secreto y dependiente que las llevará a un resultado inevitable... best-seller de Alia Trabucco.
Los créditos los podéis consultar en filmaffinity.
Adaptación sensible de una novela potente
Densidad emocional, trasladando al lenguaje audiovisual el ambiente opresivo, los silencios y los pequeños gestos reveladores.
Sotomayor utiliza una narración moderada, a veces contenida, para ir extendiendo una tensión que va aumentando con suavidad. La directora mira desde adentro: dirige nuestra emoción con planos sostenidos, atmósferas densas y personajes que actúan con reservas. Limpia no pretende sermonear, creo que pretende provocar una reflexión íntima.
Personajes complejos, relaciones peligrosas
Esta película me gusta por la profundidad con que retrata las relaciones humanas dentro de una estructura social: Estela no es una heroína desbordante de emociones, es alguien que sobrevive a diario a través de silencios, límites borrosos y decisiones dolorosas.
La niña que cuida, Julia es intensa, impredecible, conflictiva. El vínculo que surge entre ambas, íntimo y desigual, representa una tensión dramática poderosa. Ese lazo secreto, con dosis de dependencia mutua y resentimientos escondidos, es el escenario a través del cual Sotomayor revela las contradicciones del afecto cuando se mezcla con jerarquías sociales.
Denuncia social contenida
Aunque Limpia sea una película de carácter íntimo, observo que en cada gesto, en cada silencio y en cada momento de indiferencia nos muestra desigualdad. La precariedad de los trabajos invisibles, el servicio doméstico como algo normalizado y las heridas que deja la diferencia de clase en los vínculos más cercanos son subrayados para que el espectador piense sobre todo ello, para que reflexione cómo estas jerarquías económicas causas efectos sociales duros.
Momentos que remueven y un final que invita al debate
Limpia mantiene un tono contenido, ya lo he comentado antes. Pero su final estalla en un conflicto que me lleva a cuestionarme dónde termina la complicidad y dónde comienza la violencia. Duele.
Sé que algunos esta ambigüedad final la verán como lógica, otros pensarán que es excesiva. Pero a mi me gusta que no de respuestas fáciles, me gusta que abra un espacio para el diálogo.
¿Por qué no debemos dejar de ver Limpia?
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Para escuchar una voz generalmente silenciada: Las historias de empleadas domésticas no abundan en el cine contemporáneo con esta honestidad y profundidad.
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Porque combina lo íntimo y lo social: No es un documental, pero lleva en cada escena la marca de una realidad sistémica.
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Por su estética contenida: En tiempos de apuestas grandilocuentes, Limpia regresa al cine de las miradas, los silencios y la tensión contenida.
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Para debatir tras el visionado: Su final abierto y sus tensiones morales generan conversación y reflexión.
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Porque nos interpela como espectadores: Nos obliga a responsabilizarnos del lugar desde el que miramos y juzgamos.
Limpia es una película grande en intensidad. Revela heridas sociales, vínculos asimétricos, el costo humano de la invisibilidad. Para el blog Carmen en su tinta, es una apuesta segura que merece espacio, diálogo y difusión.
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La vida tiende a ser así: una gota, una gota, una gota, una gota, y luego nos preguntamos, perplejos, cómo es que estamos empapados.
Estela deja a su madre en el sur para trabajar en la casa de una familia en Santiago de Chile y allí se queda los siguientes siete años, limpiando y criando a una niña acosada por la ansiedad, cuya muerte conocemos al comienzo de la novela.
Como en una tragedia griega, la tensión crece en cada página, con cada personaje o elemento: la perra callejera, las ratas, la confesión inconfesable del «señor», la aparición de Carlos, el veneno, la pistola, hasta un desenlace tan poderoso como inevitable.
Disfrutad muchísimo la película y el libro.
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MIL GRACIAS.
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