La película Hamnet, dirigida por Chloé Zhao llegará muy pronto a cines. Yo ya me la he anotado para hacer el seguimiento e informar en las redes sociales de mi blog de la fecha concreta del estreno en España.
Esta película es una reflexión profunda sobre el amor, la pérdida y el poder transformador del arte.
Leí la novela Hamnet de Maggie O'Farrell y tengo reseñado el libro en mi blog, y como ya sabéis si termino una lectura siempre es por el mismo motivo: me ha emocionado la historia y el modo de contarla. Por eso en cuanto supé de esta película basada en esta novela, y en la que ha colaborado en su guion la propia escritora, me dije que no me la perdería y que tenía que informar a mis lectores.
No dudéis en verla, en este artículo explico por qué constituye una propuesta cinematográfica tan relevante emocionalmente. Tan potente para mi y para mi blog Carmen en su tinta.
ARGUMENTO
Narra la historia de Agnes, la esposa de William Shakespeare, en su lucha por superar la pérdida de su único hijo, Hamnet. Una historia humana y desgarradora como telón de fondo para la creación de la obra de Shakespeare, Hamlet.
Los créditos los podéis consultar en filmaffinity.
Mirada íntima a Shakespeare
Veremos a William Shakespeare como hombre sin olvidar su genialidad literaria, en Hamnet Zhao elige descentrar la figura histórica para enfocarse en la vida personal: en la relación con su esposa, Agnes, y en su dolor tras la muerte de su hijo de 11 años, Hamnet.
Esta mirada íntima humaniza a Shakespeare: no es solo un creador de excelentes obras inmortales, es un padre y marido que sufre, que ama y que se rompe de dolor.
La fuerza del duelo y la catarsis artística
El corazón de la película está centrado en el duelo emocional. La pérdida de un hijo es una herida profundamente humana, y Zhao sabe mostrar este dolor con delicadez, silencio y un ritmo contemplativo. A través de su sufrimiento, se plantea cómo la escritura y el teatro pueden ser el enlace que le sirva para expresar lo indecible, para poder intentar sacar el dolor. He leído en varíos estudios de esta creación que Zhao logra una elegía visual que convierte el dolor en belleza. GRANDIOSO.
Propuesta visual y sensorial potente
Chloé Zhao no utiliza efectos espectaculares ni grandes parajes épicos. Utiliza un cine muy naturalista: luz cambiante, planos largos, cámara móvil, entornos rurales que parecen respirar. La fotografía, combinada con la música, consigue crear una atmósfera emocional muy densa y a la vez orgánica, capaz de transmitir el paso del tiempo, la cotidianeidad familiar y la tragedia que acecha.
Protagonismo femenino y la maternidad
La película da voz a Agnes, madre y mujer fuerte, interpretada por Jessie Buckley. En muchos relatos sobre Shakespeare, su esposa queda relegada a un segundo plano. Pero no en Hamnet, Agnes reivindica su instinto materno, su valentía en el parto, su cuidado, su dolor. En esta obra y, también en la novela, se ensalza la maternidad.
Proyecto personal y emocional para Zhao
Por lo que he averiguado para Chloé Zhao Hamnet fue un proyecto que la “atrajo con un susurro que se convirtió en huracán”. La directora confesó que tuvo que abrir partes muy íntimas de sí misma para contar esta historia, enfrentarse a su sensibilidad más profunda y canalizarla en la película. Este vínculo personal da autenticidad y profundidad al relato: no es solo una biografía, sino una exploración emocional sutil y poderosa.
Contexto histórico y relevancia cultural
La película también nos recuerda la fragilidad de la vida en el siglo XVI, marcada por epidemias como la peste y por una existencia cotidiana muy distinta a la nuestra. Al ambientar la narración en una época tan dura, Zhao nos invita a reflexionar sobre esa capacidad humana para adaptarse a las situaciones adversas con resultados positivos, sobre la forma en que las pérdidas moldean el arte y cómo florece la creación en las épocas dolorosas. Además, el hecho de que el dolor familiar de Shakespeare pueda haber inspirado la creación de Hamlet plantea un paralelismo fascinante entre biografía y obra.
Reconocimiento y recepción crítica
La película ha sido muy bien recibida. Críticos aplauden la actuación de Jessie Buckley, la sensibilidad de la directora y el tono sobrio de la puesta en escena.
Recordatorio del poder del cine para sanar
Hamnet no es solo una narración histórica, es una lección sobre la vida: el dolor, cuando no se niega puede transformarse en arte; la pérdida puede abrir el camino a la creación. En un mundo en el que muchas veces evitamos hablar del sufrimiento la película nos recuerda que mirar de frente nuestras heridas, compartirlas y darles forma puede ser un acto de valentía y curación.
Para Carmen en su tinta escribir sobre la película Hamnet ha sido revivir la lectura de la novela. Ha sido volver a reflexionar sobre la maternidad, sobre la pérdida, sobre la memoria y el arte como refugio y curación. Quiero invitar a todos mis lectores a acompañar a Zhao, a Shakespeare y a Agnes en un viaje íntimo, a llorar, a reflexionar y, por qué no, a encontrar consuelo en la belleza transformadora del cine.
Para todos los que queráis leer el libro antes de ver la película os dejo mi reseña con los enlaces de compra. Haced clic en la portada para conocer mis impresiones.
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MIL GRACIAS.




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