Haz un esquema de contenidos para guiarte, estructura la historia en capítulos y secciones. Es imprescindible pensar en un comienzo, un nudo y un desenlace.
Escoge un buen lugar para escribir, un sitio que sea especial para ti, de manera que nada más entrar sientas la necesidad de escribir.
Establece un horario para escribir, mañana, tarde o noche, según disponibilidad.
Empieza poco a poco, 300 palabras al día está muy bien para comenzar, y lleva siempre contigo un cuaderno para anotar tus ideas.
Búscate un lector objetivo, en el que confíes, y te diga que le ha gustado de tu texto y lo que le parece que se debería reescribir.
Una vez recibidas las críticas revisa a fondo tu escrito, si te encuentras bloqueado descansa unos días y vuelve a tu texto con energía.
Cuando creas que tu proyecto está terminado dejalo ir, envialo a editores, busca un agente literario, auto publica en Amazon, haz que llegue a la gente y opinen.
Si fracasas empieza con otro proyecto, escribe bien, escribe mal, escribe mucho, y siente las letras, es lo que te dará fuerzas para continuar.
¿Tienes más trucos o consejos?
¡Qué nunca nos falten las letras!
Me ha gustado mucho tu entrada, estoy de acuerdo contigo, otro consejo podía ser deje respirar lo que escribes, a veces tenemos esos momentos de inspiración en los que no somos del todo consientes de lo que escribimos, pero no hay que descartarlo hay que dejar respirar el borrador y cuando lo leas un tiempo después a lo mejor y te llevas una sorpresa.
ResponderEliminarSaludos, Otoño
Hola Otoño. Muy buen consejo "dejar respirar lo que escribes". Gracias por tu colaboración en esta entrada. Un saludo y feliz domingo.
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