En septiembre todos nos planteamos cómo volver a la cultura. ¿Lo logramos?
Septiembre siempre llega con un aire de comienzo. Para mi, y para muchos de vosotros, este mes es el verdadero “nuevo inicio”. Debido al gran parón tras las vacaciones de verano.
Septiembre es vuelta al trabajo, regreso a las aulas, reencuentro con agendas, horarios y compromisos. Es fácil caer en la tentación de acelerar el paso, de querer abarcarlo todo de golpe, de lanzarse a un ritmo frenético como si hubiera que recuperar el tiempo perdido. ¡Qué prisas!
¿Qué pasaría si nos lo tomáramos con calma? Mi propuesta es clara: volver a la cultura sin prisas para suavizar el regreso.
Os invito a desacelerar y a vivir con más conciencia. Frente a la productividad laboral excesiva y la inmediatez de las pantallas, con esta invitación os propongo dar espacio a la contemplación, al disfrute pausado de lo cotidiano y, sobre todo, a la cultura como refugio y alimento de nuestro día a día.
Septiembre se vive con una mezcla de melancolía y de nuevos propósitos, es el mes perfecto para refugiarnos en la cultura lentamente.
Mis consejos son:
Redescubrir el placer de la lectura
Es muy importante recuperar el tiempo de lectura, debemos leer sin prisa. No importa la cantidad de libros terminados, sino la calidad de la experiencia. Dedicar cada día unos minutos a una novela, un poemario o un ensayo es una forma de resistir al vértigo del reloj. Leer nos obliga a bajar el ritmo, a concentrarnos en una voz, en una historia, en una emoción. Y si además elegimos lecturas que acompañen este tránsito al otoño según nuestros gustos será más relajante y placentero.
Reconciliarse con la rutina
Volver a la rutina no tiene por qué ser sinónimo de monotonía. Debemos recompensar nuestros hábitos diarios desde otra perspectiva: ¿y si en lugar de correr a todas partes, dejamos unos minutos para disfrutar el trayecto? ¿y si reservamos un rato para visitar una librería de barrio o tomar un café en silencio antes de empezar la jornada? Estas pequeñas distracciones transforman la forma en la que afrontamos septiembre.
Visitar espacios culturales
Museos, bibliotecas, librerías, cines, cafés literarios... Espacios que se convierten en lugares ideales para practicar el arte de volver a la cultura despacio y a nuestro ritmo. No se trata de consumir cultura, sino de vivirla con atención plena. Una exposición vista sin prisas revela detalles que de otro modo pasarían desapercibidos; una película en pantalla grande adquiere una fuerza que una maratón de series no puede igualar. En un mes de agendas apretadas por el trabajo y las obligaciones personales, regalarse estas pausas culturales es una manera de equilibrar cuerpo y mente. Unos bombones que debemos saborear despacito y con gusto.
La escritura como ejercicio lento
Para quienes disfrutan de escribir —ya sea un diario personal, un blog o un relato corto— septiembre ofrece la excusa perfecta para retomar el hábito. La escritura es un acto que exige pausa, introspección y escucha interior. No hace falta marcarse metas desorbitadas: basta con abrir un cuaderno y dejar que las palabras salgan, sin presión ni reloj.
El tiempo como un aliado
La clave de todo está en reconciliarnos con el tiempo. En lugar de verlo como un enemigo que nos persigue, debemos entenderlo como un aliado que nos acompaña. Septiembre no debería ser una carrera de obstáculos por la vuelta a nuestras rutinas, sino una transición amable hacia el otoño. Recordad que las rutinas también pueden ser bellas si aprendemos a mirarlas desde otro ángulo.
Al final, se trata de elegir conscientemente. Podemos regresar al torbellino de agendas saturadas y notificaciones constantes, o podemos optar por otro ritmo, más humano, más atento y más sostenible.
Yo quiero, e intento, que mi septiembre sea relajado. Observo sus tardes que se acortan y su aire fresco que anuncia cambios, y que me ofrece la oportunidad de reconectar con lo que de verdad me importa: la cultura.
Así que este mes, estoy abriendo mi calendario sin agobios, anotando también un espacio para mi: un libro, una película, un paseo sin móvil, un café con calma. Porque este septiembre estoy aprendiendo a volver sin prisas.
¡Feliz vuelta a la cultura!
Carmeamdo
Mi blog está afiliado a Amazon y con vuestras compras en los enlaces que os dejo y en los banners de mi blog me ayudáis a seguir trabajando en Carmen en su tinta.
MIL GRACIAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. ♥